miércoles, 4 de julio de 2012

La gráfica como manifestación de la cultura en el medio


La publicidad y las manifestaciones de ésta son, en su mayoría, quienes han determinado la forma de consumo por parte de los grupos sociales, las familias y el individuo como tal. Toma un papel prioritario en el momento de la compra o de la recordación de un producto determinado en la mente humana.

El uso de la gráfica y la publicidad como medios de expresión, han tenido un papel muy importante en la historia, ha trascendido; sus modificaciones han sido muy cambiantes desde su origen hasta la forma de percibirlo actualmente, tanto por la evolución en la forma de creación, distribución y concepción de los mensajes, como por el desarrollo en el conocimiento acerca de las reacciones y, las conductas de quienes son intervenidos con los diferentes tipos de manifestaciones publicitarias.

El uso del lenguaje, los gráficos y la misma esencia como tal del mensaje, hacen propender al receptor a inclinarse en cierto tipo de reacciones que, en su mayoría, son las responsables de generar una alteración cerebral inconsciente que tiene como resultado el consumo del producto ofertado.

La industria de la publicidad, es la encargada de generar mensajes con intenciones persuasivas, que logren convencer, que generen ventas, posicionamiento y reconocimiento por parte de un público, que en su mayoría tiende a ser objetivo; pero que en el momento de trascender en los receptores de los mensajes, es ampliamente involucrada una gran parte de la comunidad. A partir de elementos propios del desarrollo del arte de una pieza gráfica, se podrían determinar factores como el público objetivo y el objetivo del mensaje.

Lo que escribo encuentra su sentido en el problema mismo de la representación de la gráfica popular. Se es influido por ella como construcciones propias del arte y percepciones de si misma. Construcciones que anteceden la gráfica y la publicidad como generador de elementos significativos y de sentido, independiente de algún carácter técnico que en él se haya formado o deba hacerse.

La publicidad no es un tipo seriado comunicativo que se determina simplemente por las consecuencias, sino que dentro de este, se ve un progreso de acciones que indican la comprensión del proceso y el esfuerzo que se genera por entender que debe de realizar el destinatario o receptor del mensaje, para que ante este se genere el estímulo necesario de comprensión y entendimiento.

El receptor es realmente el evidenciador de una práctica publicitaria efectiva, en donde su carácter de pasividad tiende a hacerse evidente, poniendo en juego su actividad para revelar una serie de actuaciones propias que lo llevan a consumir.

Consumir o no por parte de un individuo, se ve influenciado por la forma en la que se codifica el mensaje para llegar a él. No es lo mismo decir que se pretenden vender alimentos en donde su fachada este pintada rústicamente, y compararla con otra de la misma naturaleza pero, con la variante visual de que  ahora no estará pintada, sino que tendrá un aviso luminoso que llama mucho más la atención.

El receptor es, en su mayoría, una persona orgullosa, en donde la comunicación hacia él debe ser compleja, pero tan entendible que pueda ser procesada y entendida. Los mecanismos cognitivos ayudan a una fácil elección, y captan objetivamente partiendo del gusto visual, cuál debe ser la selección adecuada para su consumo. El individuo capta y selecciona la información; información que interpreta de acuerdo a sus intereses personales, que influyen actitudes, deseos, conductas, e incluso, su formación. En este momento es evidente el desarrollo cultural y la comprensión del medio que el individuo trae y desarrolla consigo.

Todo esto podría definirse como una adquisición de símbolos y signos, que según su manifestación, está el sujeto predispuesto a entenderlo.

El desarrollo publicitario, forma parte del desarrollo cultural, ya que como entes de progreso, establecen claros fines económicos y de crecimiento. Sin embargo, está inserta en un complejo entramado de significados, por ende transmite cultura a través de ciertas formas simbólicas expresadas en sus mensajes.

Pero entonces ¿cómo se debe entender el quehacer en la creatividad publicitaria dentro de estos gráficos? ¿Cuál es la función del publicista y/o creativo como emisor de mensajes simbólicos dentro de culturas específicas? ¿Cómo aprehender estas formas simbólicas para representarlas en los mensajes publicitarios? ¿Y cómo es posible crear mensajes acordes a las estructuras culturales que se comportan como fundamentos?

El conocer al mercado, a través de una investigación de mercados, ha sido un productor de crecimiento y genera una necesidad de entendimiento en adjudicación de un mensaje. La necesidad de parte del mercado por conocer quién y cómo hacer para que consumieran sus productos, desarrollan de esta forma un tipo de conocimiento, categorizándola y conceptualizando cada uno de sus elementos. De ahí que se entienda al mercado “como un grupo de personas, que se pueden identificar con base en una característica, interés o problema común, que podría ser el producto para su provecho, que tendría capacidad para comprarlo, o al que es posible llegar usando algún medio.” Siendo el manejo de los entes culturales, los focos centrales de juicios y reconocimientos.

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