La
publicidad y las manifestaciones de ésta son, en su mayoría, quienes han
determinado la forma de consumo por parte de los grupos sociales, las familias
y el individuo como tal. Toma un papel prioritario en el momento de la compra o
de la recordación de un producto determinado en la mente humana.
El uso de la gráfica y la
publicidad como medios de expresión, han tenido un papel muy importante en la
historia, ha trascendido; sus modificaciones han sido muy cambiantes desde su
origen hasta la forma de percibirlo actualmente, tanto por la evolución en la
forma de creación, distribución y concepción de los mensajes, como por el
desarrollo en el conocimiento acerca de las reacciones y, las conductas de
quienes son intervenidos con los diferentes tipos de manifestaciones
publicitarias.
El uso del lenguaje, los
gráficos y la misma esencia como tal del mensaje, hacen propender al receptor a
inclinarse en cierto tipo de reacciones que, en su mayoría, son las
responsables de generar una alteración cerebral inconsciente que tiene como
resultado el consumo del producto ofertado.
La industria de la
publicidad, es la encargada de generar mensajes con intenciones persuasivas,
que logren convencer, que generen ventas, posicionamiento y reconocimiento por
parte de un público, que en su mayoría tiende a ser objetivo; pero que en el
momento de trascender en los receptores de los mensajes, es ampliamente
involucrada una gran parte de la comunidad. A partir de elementos propios del
desarrollo del arte de una pieza gráfica, se podrían determinar factores como
el público objetivo y el objetivo del mensaje.
Lo que escribo encuentra su
sentido en el problema mismo de la representación de la gráfica popular. Se es
influido por ella como construcciones propias del arte y percepciones de si
misma. Construcciones que anteceden la gráfica y la publicidad como generador
de elementos significativos y de sentido, independiente de algún carácter
técnico que en él se haya formado o deba hacerse.
La publicidad no es un tipo
seriado comunicativo que se determina simplemente por las consecuencias, sino
que dentro de este, se ve un progreso de acciones que indican la comprensión
del proceso y el esfuerzo que se genera por entender que debe de realizar el
destinatario o receptor del mensaje, para que ante este se genere el estímulo
necesario de comprensión y entendimiento.
El receptor es realmente el
evidenciador de una práctica publicitaria efectiva, en donde su carácter de
pasividad tiende a hacerse evidente, poniendo en juego su actividad para
revelar una serie de actuaciones propias que lo llevan a consumir.
Consumir o no por parte de
un individuo, se ve influenciado por la forma en la que se codifica el mensaje
para llegar a él. No es lo mismo decir que se pretenden vender alimentos en
donde su fachada este pintada rústicamente, y compararla con otra de la misma
naturaleza pero, con la variante visual de que
ahora no estará pintada, sino que tendrá un aviso luminoso que llama
mucho más la atención.
El receptor es, en su
mayoría, una persona orgullosa, en donde la comunicación hacia él debe ser
compleja, pero tan entendible que pueda ser procesada y entendida. Los
mecanismos cognitivos ayudan a una fácil elección, y captan objetivamente partiendo
del gusto visual, cuál debe ser la selección adecuada para su consumo. El
individuo capta y selecciona la información; información que interpreta de
acuerdo a sus intereses personales, que influyen actitudes, deseos, conductas,
e incluso, su formación. En este momento es evidente el desarrollo cultural y
la comprensión del medio que el individuo trae y desarrolla consigo.
Todo esto podría definirse
como una adquisición de símbolos y signos, que según su manifestación, está el
sujeto predispuesto a entenderlo.
El desarrollo publicitario,
forma parte del desarrollo cultural, ya que como entes de progreso, establecen
claros fines económicos y de crecimiento. Sin embargo, está inserta en un
complejo entramado de significados, por ende transmite cultura a través de
ciertas formas simbólicas expresadas en sus mensajes.
Pero entonces ¿cómo se debe
entender el quehacer en la creatividad publicitaria dentro de estos gráficos?
¿Cuál es la función del publicista y/o creativo como emisor de mensajes
simbólicos dentro de culturas específicas? ¿Cómo aprehender estas formas
simbólicas para representarlas en los mensajes publicitarios? ¿Y cómo es
posible crear mensajes acordes a las estructuras culturales que se comportan
como fundamentos?
El conocer al mercado, a través
de una investigación de mercados, ha sido un productor de crecimiento y genera
una necesidad de entendimiento en adjudicación de un mensaje. La necesidad de
parte del mercado por conocer quién y cómo hacer para que consumieran sus
productos, desarrollan de esta forma un tipo de conocimiento, categorizándola y
conceptualizando cada uno de sus elementos. De ahí que se entienda al mercado
“como un grupo de personas, que se pueden identificar con base en una
característica, interés o problema común, que podría ser el producto para su
provecho, que tendría capacidad para comprarlo, o al que es posible llegar
usando algún medio.” Siendo el manejo de los entes culturales, los focos
centrales de juicios y reconocimientos.
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